Descrito como “un conjunto de síntomas o características que tienden a ocurrir juntos”, nos encontramos con el concepto llamado: síndrome, al comprender esto, pasamos a estudiar lo que significa “impostor”, según su definición, es “cuando se hace pasar por otra persona, por algo que no es” …y es aquí cuando entrelazamos lo que conocemos como “síndrome del impostor”.

El síndrome del impostor fue introducido por la Dra. Valerie Young en la década de 1970, también conocido como síndrome del fraude, es un trastorno psicológico en el que las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros. Es cuando una persona piensa que no es lo suficientemente inteligente o creativa, incapaz de lograr lo que desea, todo esto, a pesar de que tiene gran éxito y su rendimiento es uno elevado. Algo así como sentirse un impostor, aunque realmente no lo es, pero, aun así, no siente que sea digno de elogios por su trabajo.

Aunque sorprendente, según estudios, el 70% de la población mundial ha padecido del síndrome del impostor. Entender el dato de que 7 de cada diez personas viven o han sufrido esta patología nos enseña que es mucho más común de lo que parece.

Los hombres admiten en un 63% que, en algún momento, se han sentido impostores en su lugar de trabajo. Mientras que un 37% manifiesta nunca haberlo sentido. En el caso de las mujeres un alto 72% lo ha podido experimentar en su lugar de trabajo y un 28% mientras estudia.

Según estudios realizados el síndrome del impostor pudiera surgir de experiencias familiares con cuidadores, familiares o padres. Si un niño siente la necesidad constante de demostrar lo que vale o si por el contrario, es elogiado como un ser perfecto, pudiera desarrollar estos síntomas en su adolescencia o adultez.

Las cifras de cuánto dura este síndrome pueden variar. Algunas personas experimentan síntomas durante el tiempo limitado, probablemente, al estrés que esto genera. Sin embargo, para otras personas puedes ser tan profunda como toda la vida. Personas admiradas y con vidas exitosas, como Maya Angelou y Don Cheadle, se han sentido así después de todo lo que han logrado en su vida, evidencia de que puede durar para siempre.

Características

1. Dudas sobre tus capacidades.
2. Saboteas tu propio éxito.
3. Baja autoestima.
4. Miedo al fracaso.
5. Trabaja demasiado para probarle a los demás que sí puedes lograr ciertas cosas.
6. Comparaciones constantes con los demás.

Cinco tipos del síndrome del impostor

1. El Perfeccionista: Este tipo busca alcanzar estándares extremadamente altos y perfección en todo lo que hace, lo que puede llevar a la ansiedad y la insatisfacción continua.
2. El Experto: Quienes padecen este tipo sienten la necesidad constante de acumular conocimientos y certificaciones por miedo a no estar lo suficientemente preparados en su trabajo.
3. El Genio: Se caracteriza por sentir que no son buenos en nada, lo que les lleva a intentar convertirse en expertos en una variedad de temas o disciplinas.
4. El Superhumano: Aquí, la presión proviene de la necesidad de hacer más y mejor que otros en todas las áreas, llevando a un agotamiento constante.
5. El Solista: Estos individuos evitan pedir ayuda a toda costa por temor a que revelar sus limitaciones les haga parecer menos competentes.

Al suscribirte gratuitamente recibirás directo en tu bandeja de entrada cada nuevo episodio.

Este síndrome no es siempre “bueno” o siempre “malo”, es algo mucho más complejo. A pesar de que no ha sido diagnosticado oficialmente, tanto los psicólogos como otros profesionales de la salud reconocen que es una forma real y específica de duda intelectual que provoca ansiedad y, en algunos casos, depresión. Estos síntomas deben ser tratados, ya que la mayoría de quienes la padecen sufren en silencio y no están abiertos para hablar del tema.

¿A pesar de tener una carrera exitosa, grandes logros académicos, aceptación y elogios constantes por tu desempeño sigues pensando que todo ha sido un golpe de suerte? Si la respuesta es sí, es hora de comenzar a hacer cambios y comenzar por lo básico. Dar gracias por los elogios que recibes, sin explicaciones, sin justificar nada, solo agradece. También debes hablar de esto, no lo dejes en tu interior ya que podrían desarrollarse otras condiciones.

Si por el contrario, no importa cuántos comentarios positivos recibas, los sentimientos de fraude no se calman, lo más apropiado será conversar con un profesional de salud mental con el que te sientas cómodo y en confianza. Esto te ayudará a ser tratado de una manera adecuada para lograr equilibrio y estabilidad.

Día a día intenta reconocer tus fortalezas, tus logros, todo lo que has superado para llegar donde estás. Escríbelos y vuelve a ellos cada vez que sientas inseguridad. Todos te ven como un profesional de alto rendimiento, lleno de potencial, así que, cada día intenta verte de esta misma forma porque no ha sido un golpe de suerte, tu perseverancia y sacrificios te han llevado hasta donde te encuentras hoy. ¡Celébralo!