Las relaciones entre los seres humanos tienen un sinnúmero de complicaciones, desde la relación de los hijos con sus padres, familiares o amigos, hasta llegar a las relaciones de pareja. La forma de crianza y las experiencias vividas en el proceso van a determinar muchas de las actitudes que presenten en sus puestos de trabajo. Si estas fueran negativas, esto podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para cualquier empresa.

Varios estudios revelan que los niveles de productividad de un negocio o empresa suben de manera acelerada cuando sus líderes son capaces de resolver los problemas que surgen debido al pobre desempeño por parte de algunos empleados.

Cualquier actividad que obligue a la reunión o interacción constante de varias personas puede llegar a ser gratificante, pero también puede llegar a subir los niveles de estrés debido a malentendidos o fallas en el cumplimiento de los deberes asignados y, por tanto, necesitan especial atención.  Las creencias, ambiciones o prejuicios pueden empeorar la conducta de algunos y, como consecuencia, la reparación muchas veces es necesaria a través de la “confrontación”.

También es importante recalcar que muchas de las deficiencias con que se encuentran muchas empresas responden a la dificultad que tienen sus dirigentes cuando tienen que confrontar los desempeños deficientes e individuales de sus empleados.

Según su definición, se confronta cuando “se mantiene una actitud de oposición ante un problema, situación difícil u obligación, sin eludirlas”. Si algo está afectando una compañía que se perfila como muy exitosa, o está en vías de llegar a serlo, lo más lógico sería que se trate de eliminar lo que podría dañarla, sin retrasos, y para eso puedes dejarte llevar por recomendaciones de los expertos, porque casi todas las empresas se enfrentan a los mismos problemas y estos sí pueden ser resueltos.

Cuando se debe confrontar a alguien primero debes tener en cuenta cuál es el problema que se estará abordando y debes dejar fuera otros aspectos innecesarios para el diálogo. Describe con objetividad el problema en cuestión, lo que se ha estado haciendo frente a lo que real, lo que se espera. Pero no pierdas la perspectiva, esto no será tarea fácil y los incumplimientos, reglas rotas y malas conductas se deben solucionar permanentemente.

Debido a que las personas no siempre dicen lo que piensan y, por lo general, tendrán una justificación para eso, será aconsejable que, en este punto, digas todo lo que piensas.

En medio de una confrontación intenta generar un clima de seguridad, que permita al interlocutor hablar de cualquier tema con confianza. Hay unos temas más delicados que otros, así que, aclara siempre lo que estás queriendo decir y, en la medida en que sea posible, siempre es mejor discutir temas sensitivos en privado y con el permiso de la persona involucrada.

En muchas ocasiones, los empleados no cumplen a cabalidad con sus obligaciones, no porque no quieran hacerlo, sino porque no saben cómo ejercer ciertas tareas, se les hace incómodo o difícil, pero temen perder su trabajo y no lo manifiestan, así que prefieren la disciplina antes que la vergüenza. En este caso, tendrás que ser más flexible y mostrar empatía.

Luego de una confrontación crucial se espera que el problema no se repita, específicamente, estableciendo una agenda donde se incluyan las tareas, responsables de llevarlas a cabo y el seguimiento de este proceso.

En conclusión, lo más importante es que entiendas que, pese a todo, es posible que los problemas y promesas rotas no cambiarán ni las personas dejarán de ser como suelen ser. Pero sí demostrarás que tienes el potencial de resolver los conflictos mediante el dialogo y te posicionará como un líder con influencia en tu empresa, aprender estas habilidades te ayudarán a mejorar los resultados en cualquier aspecto de tu vida.

Sobre el libro

Crucial Confrontations o Confrontaciones cruciales, fue scrito por Kenny Patterson, autor de varios programas de formación muy premiados y quien ha sido entrenador de ejecutivos, Joseph Grenny, asesor y orador que ha diseñado y llevado a la práctica iniciativas de cambio empresarial y Ron McMillan, experto en Sociología y conducta de la organización y quien desarrolla temas de equipos, vitalidad personal y liderazgo. A base de su experiencia, los autores presentan una serie de recomendaciones para que puedas llevar a cabo una confrontación, que siempre será difícil, para que sea una productiva y respetuosa.