El hombre siempre ha buscado el sentido a todo. Cuando sufres una pérdida, las personas te tratan de consolar diciéndote que “todo tiene una razón”, aunque no tengas la posibilidad de saber cuál es. Muchos viven entregando su vida al azar, mientras otros caminan por la vida buscando ese sentido. Y tal vez, se hace una tarea difícil. Cuando buscas “sentido a tu vida” hablamos de buscar un significado profundo, es la responsabilidad por la existencia. ¿Cuál es la razón para estar aquí? ¿De dónde y hacia dónde vamos? Y lo más sorprendente, ¿qué sentido tiene nuestra existencia y lo que vivimos en ella cada día?

Lo cierto es que existen muchas experiencias en la vida y tú también puedes necesitar saber cómo encontrar el sentido, comprenderlo y aceptarlo. Según el autor, podemos sacar provecho a cualquier adversidad con la fuerza que tenemos en nuestro interior. Los prisioneros primero sintieron el “shock” donde no sabían qué pasaría al llegar Auschwitz, pero siempre estuvieron aferrados a la esperanza. A pesar de todo mantenían un buen sentido del humor y también la curiosidad y expectativa de qué pasaría luego. También la amenaza de muerte estaba presente constantemente, ¿cómo superar algo así? Con fuerza interior, según Frankl. Como segunda fase, proviene del “adormecimiento de las emociones”, de la apatía, lo que les haría insensibles ante los golpes sufridos a diario. Pero soñaban, no dejarían de soñar y eso les mantendría con esperanza. No existía ni el sexo ni el sentimentalismo, solo aliviaban sus penas con humor, siempre con planes de poder salir del infierno en el que estaban sumergidos, a pesar de que su estado mental era de irritabilidad y complejo de inferioridad. Siempre debes tener un tiempo para producir algún plan.

Presta mucha atención, a pesar de todo lo vivido, hubo algo que no pudieron arrebatarles y eso era su libertad interior, lo que hizo que sus vidas tuvieran propósito y sentido. ¿Puedes lograrlo tú? No podemos dejar de mirar el futuro, por lo que siempre esperamos que lleguen tiempos mejores para buscar ánimo. Así como no todos los guardias en los campos de concentración nazis eran crueles e indolentes tampoco en la vida vamos a encontrarnos solo gente mala y perversa, también hay personas buenas que nos ayudan y protegen.

Ya en la tercera fase, al llegar la libertad, la supervivencia, los prisioneros comenzarían a buscar algo que habían perdido, el sentimiento de felicidad. Aunque el sentimiento de desilusión al llegar y no encontrarse con lo que dejaron habría desolado a los prisioneros ya en libertad. Sin embargo, al mirar atrás sería doloroso, todo quedaría atrás y seguirían con sus vidas, aún sin entender cómo pudieron ser capaces de soportarlo. Esta historia nos puede parecer terrible, pero también hace que parezca insignificante cualquier tristeza que hayamos vivido.

En conclusión, puedes aprender que nunca debes dejar de soñar, que siempre puedes levantarte ante lo que parece insufrible, con tenacidad y reconocer que tu fuerza viene del interior donde habita la fuerza de todo ser humano. Es en tu conciencia donde está la elección de la actitud personal ante el conjunto de circunstancias para decidir tu propio camino, según Frankl.

Sobre el libro

El hombre en busca de sentido, del renombrado psiquiatra austriaco Viktor Frankl (1905-1997), fue publicado en 1946. Siendo uno de los libros más leídos e importante dentro de su campo, el autor describe sus experiencias como prisionero de los campos de concentración nazi y los entrelaza con sus conocimientos en Psicología. Fue el fundador y desarrollador de la “Logoterapia”- psicoterapia que propone que la voluntad de encontrar el sentido a la vida es la motivación humana.

Un libro donde se describe la cruel vida en los campos nazis donde Frankl perdió, en la cámara de gas, a su esposa, sus padres y su hermano, rico en experiencias extremas de supervivencia y análisis existencial extrema. Es este libro una lectura obligada para las personas que desean adquirir experiencia en Recursos Humanos. Frankl nos hace llegar un mensaje de esperanza, donde nos enseña que podemos utilizar nuestras capacidades y fuerza interior para sobrevivir ante la adversidad.

Los grandes retos de nuestros tiempos obligan a las grandes naciones, corporaciones, pequeños negocios, incluso, a muchos emprendedores a continuar buscando líderes comprometidos y competentes que coloquen a sus empleados en el nivel que se merecen. Un empleado que se siente seguro y valorado será siempre el mejor y más valioso recurso.